Inteligencia emocional para conquistar y motivar al equipo de trabajo

Es evidente que, al cumplirse un año de haber iniciado la pandemia, el carrusel de emociones que se ha vivido a nivel mundial se encuentre actualmente en el hartazgo y aburrimiento y es que a pesar de que la vida sigue y que tanto las organizaciones como las empresas dan frente al reto de re ilusionar a los equipos orientándolos hacia el futuro con esperanza y optimismo, vale la pena imaginar cómo va a ser el destino al que queremos llegar. Y como líder de equipo como haremos frente a esta tarea.

La historia de cada departamento es la misma, las tensiones de la vida moderna, la extremada competencia que se genera tanto en el terreno individual como en el empresarial, la presión que ejerce el tiempo, la exigencia de un elevado perfeccionismo profesional, entre otras, son situaciones que tienden a alterar el estado emocional de la mayoría de las personas, llevándolas al borde de sus propios límites físicos y psíquicos. El resultado, a menudo, es un desequilibrio emocional.

Si pensáramos en el nivel técnico que debe de tener un buen gestor de equipos coincidiríamos en primer lugar que estos líderes deben contar con una estrategia clara y compartida. Es como el rumbo en la navegación. Pueden venir olas que empujen el barco, pero no resultará un inconveniente si todo el equipo sabe hacia dónde queremos ir.

Por ello, no está de más decir que la estrategia es una de las claves fundamentales para expresar serenidad a los compañeros, incluso en momentos difíciles, ya que reduce la improvisación, el desconcierto y el miedo paralizante y si además, en el diseño de la estrategia se cuenta con la participación de los colaboradores, aún resulta mucho más motivadora.

Esta estrategia se llevará a cabo gracias a los líderes de equipo de cada área que guiarán a los colaboradores al camino de la motivación por cumplir los objetivos.

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¿Cómo motivar a los colaboradores a realizar prácticas productivas?

En este apartado, un ejercicio muy interesante para re ilusionar es dedicar tiempo a preguntarse dónde nos gustaría vernos como equipo y qué tenemos que hacer para lograrlo. Esto es, cómo contribuir a la estrategia de la empresa o de la organización ya la búsqueda de la felicidad de los trabajadores se encuentra dentro de los múltiples objetivos de los departamentos de Recursos Humanos.

Si contribuimos al éxito de la empresa, para lo cual tiene que seleccionar, sustituir, desarrollar y retener los Recursos Humanos de la misma, manteniendo un equipo cualificado y motivado que esté alineado con los objetivos de la organización, algo que difícilmente logrará si los trabajadores de la empresa no son felices en su trabajo.

Por lo que buscar un ambiente de desarrollo y satisfacción de los trabajadores, que les permita progresar en función de sus méritos, aptitudes y habilidades es, o debiera ser, uno de los objetivos de los departamentos de Recursos Humanos.

Definitivamente, un barco llega mejor a puerto si existe un buen ambiente de trabajo, se arrima el hombro y se apoyan los unos en los otros. Todo esto se logra si el líder se basa en habilidades blandas, es decir, en aquellas que no nacen de los conocimientos técnicos, sino de la inteligencia emocional.

En este punto, no está de más recalcar que un buen líder debe aprender a identificar sus emociones, dirigirlas y utilizarlas adecuadamente para poder influir en los demás, así como motivarlos y organizarlos hacia el logro de los objetivos.

En el contexto actual, donde los seres humanos (y las empresas) han visto trastocados todos sus planes por el COVID-19, la inteligencia emocional es fundamental, por ello antes de querer trabajar en la inteligencia emocional del equipo uno debe re ilusionarse, así mismo.

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Cualidades importantes como líder de equipo:

Por otro lado, existen dos cualidades cruciales en las que poner énfasis sería una excelente estrategia, por un lado, sería el optimismo inteligente y por el otro el sentido del humor. El optimismo inteligente va de la mano con la inteligencia emocional, y se refiere a no maquillar la situación con palabras bonitas cuando, quizá, pensemos que va a suceder otra cosa. Significa contemplar la realidad en todo su conjunto, tratar a los equipos como adultos, no como niños a quienes se oculta la información, pero ver en todo momento el vaso medio lleno.

En cuanto al sentido del humor, esta cualidad es quizá una de las armas más poderosas que utilizamos en los peores momentos ya que funciona para subir el ánimo, sino para convertir a los jefes en referentes para sus equipos. Aprender a bromear y a reírse de uno mismo son buenas herramientas para navegar y para inspirar al resto de la tripulación cuando el mar arrecia. 

Te compartimos unos tips de inteligencia emocional:

  • Pon atención en tus emociones y cuando específicamente las sientes

Es importante que lleguemos a un punto de autoconocimiento en el sepamos qué sentimos y cuando los sentimos porque así será más fácil aprender a manejar tus emociones y tener inteligencia emocional, el cual es el siguiente tip.

  • Aprende cómo manejar tus emociones

Una vez que ya tienes identificadas tus emociones y cuando es que las sientes, se volverá más fácil aprender a manejarlas. Saber dónde no te tienes que enganchar, respirar, darte un momento y poder continuar con tus actividades.

  • Verbaliza cómo te sientes

Así serás capaz de poner límites sanos y expresar cómo te sientes. Los demás sabrán qué línea no pueden sobrepasar y se convertirá en un ambiente de respeto.

  • Hazte responsable por tus actos

Un punto importante para manejar una inteligencia emocional y ser un líder de equipo es saber aceptar tu responsabilidad sobre las situaciones que se dan en la vida diaria.

Finalmente, vale la pena recalcar que, detrás de un buen líder, hay un individuo que conoce la importancia de fomentar el compromiso, la proactividad, la cooperación y el esfuerzo de su equipo de trabajo para conseguir que la organización pueda cumplir con las metas establecidas y también se fusionen las aspiraciones individuales.

Un equipo de trabajo feliz será aquel en el que sus colaboradores sepan expresar lo que piensan y sienten, se hagan responsables de sus actos y de sus objetivos y en el que su líder los motive y los guíe hacia la meta.

Esperamos que te haya gustado el tema de hoy, ¡hasta pronto!

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