De acuerdo con estudios e investigaciones en la materia, ha quedado en claro que cuanto mayor sea el nivel de satisfacción de las personas que laboran en una organización, mayor será también la productividad de la misma, y por tanto, sus ganancias. 

Ahora bien, ¿qué se puede hacer para aumentar el nivel de satisfacción de un empleado?, pues sobre esto también existen numerosos estudios, pero lo que se puede deducir de ellos es que el salario está compuesto por muchos componentes y la percepción monetaria es sólo una de ellos, por lo que es clave entender que un buen salario es más que dinero. 

Entendemos que salario emocional es una gratificación no económica que promueve entre los trabajadores un buen ambiente laborar. Algunas de las principales prácticas para incrementar la percepción del salario emocional de los empleados son a través de: 

– Cursos de capacitación continua  

– La implementación de una Caja de Ahorro para los empleados 

– Planes para garantizar una estabilidad laboral y posibilidades de ascenso 

– Reconocimientos e incentivos por logros obtenidos  

– Clima laboral sano y que brinde seguridad 

– Código de vestimenta flexible 

– Actividades de esparcimiento que promuevan la integración  

– Flexibilidad de horarios, home office y reconocimientos por tiempos extras. 

– Beneficios extras cómo seguros de gastos médicos o de vida 

Al aplicar éstas u otras técnicas que representen beneficios intelectuales, de esparcimiento, o dirigidos a fomentar la cultura de ahorro y mejor distribución del tiempo entre trabajo y vida personal, se puede lograr una mayor productividad y reputación en el mercado, contribuyendo con esto a incrementar la calidad de vida del trabajador. 

Ofrecer un buen salario, tanto monetario como emocional tiene un gran significado para los trabajadores porque demuestra que el empleado es reconocido y valorado dentro de su empresa.