Cómo administrar un esquema de prestaciones para los empleados

Se ha hablado mucho en diferentes foros acerca de las prestaciones que una empresa ofrece a sus empleados, y el cómo estas pueden influir, para bien o para mal, en el ambiente laboral, e incluso, en la productividad de una empresa.

Sabemos que un buen paquete de prestaciones puede ser determinante a la hora de atraer talento hacia nuestra compañía, y que, si bien siempre se han valorado, actualmente las prestaciones resultan prioritarias para que una empresa destaque en un entorno laboral que se torna cada vez más alineado hacia promover el desarrollo y bienestar humano.

Ahora bien, atender las necesidades particulares de un colectivo resulta una labor titánica que no se debe tomar a la ligera. Para hacerlo, el primer requisito es conocer perfectamente a tu fuerza laboral, para después poder identificarlos y clasificarlos según diversos factores, como, por ejemplo, niveles de puestos (directivos, gerentes, empleados de confianza y empleados sindicalizados), pero no solo eso, sino también hay que poner atención en el tipo de contrato, rango de sueldo, características de sus funciones dentro de la empresa, etc.

Como se puede observar, este tipo de clasificación es ya todo un reto por sí misma y sin embargo representa solamente la base para definir un esquema de prestaciones adecuado, tanto para el trabajador como para la empresa.

Algunas medidas que se deben considerar en el proceso de administración de prestaciones son:

· Delimitar las prestaciones que se otorgarán de acuerdo a cada grupo específico de empleados.

· Considerar las necesidades particulares de los grupos y sus aspiraciones dentro de la empresa.

· Cumplir en todo momento con el marco legal y la viabilidad fiscal de las prestaciones.

· Revisar el costo total de los diferentes paquetes de prestaciones.

· Evaluar su viabilidad financiera en el corto, mediano y largo plazo.

· Brindar a los trabajadores asesoría individualizada sobre el uso, beneficios y características particulares del paquete de prestaciones que se les otorga.

· Definir una estrategia de comunicación permanente en donde se puedan apreciar de forma clara los beneficios y responsabilidades que conllevan ciertas prestaciones.

· Mantener un monitoreo continuo en cuanto a costos, pertinencia, competitividad, y ajustes fiscales y/o legales.

· Buscar, conforme a la ley, la participación compartida entre empleado y empleador.

En ODESSA colaboramos con tu empresa promoviendo una de las prestaciones más valoradas por los trabajadores: la caja de ahorro, que permite al empleado ahorrar según sus capacidades particulares, pero que a la vez, otorga otros beneficios como préstamos con mejores condiciones a las bancarias, rendimientos superiores al mercado financiero, etcétera.

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